Cómo vivió Córdoba la Guerra de Malvinas, por Carlos Alberto Del Campo

La madrugada del viernes 2 de abril la sociedad cordobesa enmudeció y el desembarco en Malvinas colmó de perplejidad a los actores políticos.

En los días previos, la prensa local destacaba el despido de 10.000 trabajadores de la industria automotriz; el cierre de Industrias Mecánicas del Estado (IME); la prisión del Interventor Federal Gral. Sigwald junto al presidente de EPEC Ing. Samuele y directores por graves irregularidades en dos licitaciones. A su vez, el programa de liberalismo ortodoxo de las FF.AA. había fracasado. El 30 de marzo una masiva movilización de la CGT dejó 1.800 detenidos y en Córdoba el general Saint Jean desalojó el SMATA y la CGT sosteniendo que el paro “fue un ejercicio de subversión”. En las Georgias, operarios arriaron la bandera inglesa con lo que la tensión austral fue en aumento mientras que Carlos Ménem, en reunión en La Pampa, manifestaba “no queda otra vía que la de ocupar las islas, los usurpadores deben irse o nosotros echarlos”.

El 2 de abril.

Aunque dolían los palos del 30 de marzo los partidos populares inmediatamente apoyamos la decisión del gobierno argentino. Jorge Abelardo Ramos (FIP) fue quien primero explicó que la recuperación era uno de los grandes momentos de la emancipación americana, los diversos sectores políticos y sociales inmediatamente expresaron su apoyo. El sábado 3 unas 4.000 personas se reunieron en Plaza San Martín. La Bolsa de Comercio, FETAP, SMATA, UOM, CGT, Centro Comercial, colectividades extranjeras, profesionales, iglesias, UNC, manifestaron su amplio respaldo; los militares parecían estar tan perplejos como los partidos políticos que detestaban. El día 7 los presidentes de los partidos, la CGT y la UIA viajaron a Puerto Argentino. En Córdoba en pocos días se inscribieron 6.356 voluntarios cifra que se incrementó rápidamente a 15.872 cordobeses.

Algunas Expresiones

Aldo Ferrer sugirió que “la deuda externa fuera una de las armas a usar”; el ministro Aleman prefirió no intranquilizar al FMI “Argentina ratifica el compromiso con sus acreedores”; Silvina Bullrich opinó que ”no hay territorio que valga una vida humana”; Angeloz dijo que “el acontecimiento conmueve a la Nación entera y sirve para demostrar la unión en los grandes rumbos de la Nación”, mas tarde (como candidato a presidente) dijo que “la decisión de recuperar Malvinas por las armas fue la funesta idea de un general borracho”; Borges insistió en que “el nacionalismo es el peor de los defectos”; Alfonsín expresó que “la ocupación se inserta en históricas reivindicaciones anheladas por generaciones”; Alzogaray elogió a EE.UU. “tienen una dosis de buena fe y no hay que ser severos con el mediador general Haig”; Montoneros (residual) ofreció voluntarios; Juan Manuel Abal Medina (alojado en la Embajada de Méjico) recibió el salvoconducto para viajar a ese país, a Ricardo Obregón Cano no se le permitió regresar. El rock nacional se vió beneficiado al prohibirse la difusión de música anglosajona, en el Estadio de Obras el Festival Solidario congregó 60 mil personas siguiendo el concierto de Gieco, Spinetta, Mestre, Rada, García y Lebón.

En Córdoba no existió desinformación, al menos en la primera etapa del conflicto, La Voz del Interior, Los Principios, los SRT y otras emisoras informaron ampliamente (no así Tiempo de Córdoba, resultaba increíble, porque estaba a cargo de un coronel). Sin duda que a los medios no les resultaba indiferente el amplio interés de la población (Gallup indicó que el 90% apoyaba la defensa de la soberanía, el 82% rechazaba negociaciones con Gran Bretaña, el 76% aseguraba que Argentina triunfaría). En la Terminal de Ómnibus se vivieron instantes de honda emoción cuando centenares de cordobeses recibieron a 10 sobrevivientes del ARA General Belgrano. Por otra parte, hacía muchos años que en la ciudad no se asistía a una convocatoria de la magnitud que alcanzó una marcha patriótica que se desplazó de Plaza de las Américas a la Catedral.

A 30 años ahora es el UNASUR quien ahora toma a su cargo la defensa de la soberanía. ¿Quién podrá sostener con fundamentos que las Malvinas no son argentinas? La nueva realidad nos impone que, este Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas recordemos a quienes fueron superando el gélido silencio desmalvinizador, los mismos compatriotas que durante varios años soportaron las solitarias vigilias de la Plaza de la Intendencia cuando para el Estado argentino el 2 de Abril no era un feriado de la Patria.- (publicado el 30/3/12).