“En el Pueblo estaba la fuerza de Evita”
Cada
consigna fue un desafío. Cada pronunciamiento un objetivo de lucha.
En su amor
al pueblo que era su pobre pueblo, el de donde había emergido, estaba su
fuerza.
En su amor
por Perón encontraba la energía para fusionarse con el valor sublime de darle
una razón a su vida.
“La razón de mi vida” y las de millones de compañeros que intentamos continuarla con distintas interpretaciones de lo que ella y Perón nos legaron.
Millones que
vuelven, que insisten, que insistimos pero que no podemos borrar la injusticia
aún en nuestra patria.
Llegan a la
tierra como hombres y mujeres iguales a todos. Pero no son iguales. En su alma
está el fuego sagrado, “el óleo sagrado de Samuel” que los transforma en
síntesis de un pueblo.
Evita fue
compañera militante, de las que no se detenían ni por la formalidad, ni por la
vanidad que el poder otorga.
Su actitud
por luchar contra la injusticia la rebelaba.
Peleaba
contra las tempestades y la hipocresía sin dobleces porque ella había sufrido
en su carne el dolor de las peores tormentas.
Aún su
propio dolor lo transformó en esperanza para los demás.
Y no
pudieron matarla ni aún muerta, cuando lo intentaron ultrajando su cuerpo para vengarse
de haberle generado tanta conciencia popular a sus cabecitas negras.
Evita ya era
la Santa Evita para su pueblo. Miles de milagros eran comprobables diariamente:
niños felices y sonrientes crecían en su patria; jóvenes humildes ingresaban a
las Universidades; mujeres elegían y eran elegidas en la democracia o resistían
de pie en la feroz dictadura; los enfermos tenían hospitales y los ancianos
colonias de vacaciones, pero además miles de trabajadores levantaban sus
banderas y juntos marchaban por las plazas cantando “yo te daré Patria hermosa
una cosa que empieza con “P”: PERÓN.
Si hoy la
recordamos es porque cada 26 de julio miles de antorchas iluminan el cielo para
agradecerle su paso por la tierra. Si
ella cada 26 nos sonríe con su pelo al viento es porque no nos olvida y nos
recuerda que volverá en millones de argentinos que aún no nacieron.
El Peronismo
es Perón y Evita, Néstor y los miles de
compañeros torturados y asesinados sólo por luchar contra la injusticia. El Peronismo es la emoción del canto que
revela a los jóvenes y que eriza la piel a los maduros.
El peronismo
es revolución que genera inclusión y derechos para los seres humanos sin
exclusión.
Parecería
que a los grandes, Dios les permite compartir solo un breve tiempo entre
nosotros. Él los necesita a su lado para que el mundo sea mundo como lo
concibió: con felicidad para quienes lo habitan, en paz y con dignidad para
todos.
Evita está
ahí con miles de almas buenas generando luz para que la justicia social llegue
a la tierra y permanezca. Los que no la conocimos pero que igual la amamos, sabemos
que solo con modestia, militancia y una causa justa podemos acercarnos a sus
sueños. Y en el recuerdo de ese abrazo doloroso con Perón, o en el de Cristina
con Néstor, está el sentimiento de todo un pueblo que con lágrimas de emoción le
pedimos a Dios que nos den fuerza a los que nos quedamos para ser coherentes en
sus principios de luchar por los que menos tienen.
Eduardo ACCASTELLO Intendente de la
ciudad de Villa María
Secretario
de Economía y Producción Consejo Nacional de PJ
Muy bueno, asi es evita a sido un gran ejemplo para todos, su bandera que este proyecto lleva como principal estandarte hace que nos sintamos orgullosos de pertenecer y con la gran responsabilidad de querer mejorar
ResponderEliminarun abrazo grande Viva Peron Viva Evita !