Durmiendo con el enemigo…, escribe Luis Cechini

Con la votación positiva del 82% Julio Cobos ratificó su rol de opositor y enemigo número 1 del gobierno nacional.

Desde el seno mismo del Poder Ejecutivo Nacional, desde las entrañas del poder, desde lo más alto de la cúpula de gobierno, el mismo vicepresidente de la nación, Julio César Cleto Cobos, juega su propio juego y busca armar su propia página gloriosa en la rica historia de nuestro país.

El voto positivo de Cobos en favor del 82% móvil deja al desnudo nuevamente sus aspiraciones políticas y sus ambiciones de poder, hecha a la luz su clara intención de encabezar el arco opositor al gobierno que conduce la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y tiene el privilegio de ser uno de los pocos vicepresidentes de la historia institucional de la Argentina opositores al propio gobierno que encabeza. Es Cobos desde aquella votación “no positiva” dando sanción a la Resolución 125, el protagonista principal de una absurda trama de paradojas y confusiones y el emblema indiscutido del contrasentido.

Y no es que Cobos deba necesariamente sumirse ideológica y políticamente al gobierno, pues se sabe desde el vamos que responde a un partido históricamente opositor al partido gobernante, no es que necesariamente daba acatar automática e irreflexivamente a cada una de las disposiciones del gobierno.

Pero si debería Cobos jugar un rol más acorde a la función para la cual fue elegido por la gente, debería pensar en defender un proyecto de país, debería ponerse a la altura de las circunstancias y –si bien es cierto que la política es un campo dinámico, en permanente movimiento y en constante transformación- debería esperar que definitivamente llegue el 2011 para meterse de lleno en la actividad meramente política-partidaria, y dedicarse ahora a trabajar.

colaboración Luis Cechini